Así nacía Villa Crespo

A mediados de la década de 1880, a unos 2 kilómetros de la antigua Ciudad de Buenos Aires, se loteaban unos terrenos en las inmediaciones del camino que llevaba al cementerio, justo antes del arroyo Maldonado. Se cree que el nombre de ese loteo y posterior barrio, se debió al intendente de la comuna de aquel momento, el Dr. Antonio Crespo.

Los rematadores de esos terrenos en honor al intendente y alentados por la familia Lebrero, propietaria de estas tierras, denominaban la zona como “la Villa de Crespo”. Los límites del barrio no eran muy precisos, pero aproximadamente se encuadraban entre el arroyo Maldonado, la calle Rivera (Córdoba), la Calle de Moreno (Warnes) y la calle del Ministro Inglés (Scalabrini Ortiz).

Pero lo que le dio realmente impulso al barrio en formación fue la instalación de diferentes fábricas y curtiembres entre los años 1885 y 1910, por los beneficios que implicaba tener acceso a las aguas y fluido del arroyo Maldonado, sumado a la cercanía con el centro comercial de la ciudad y del país. Todo esto promovió el impulso industrial y la radicación de pobladores de diferentes nacionalidades en búsqueda de oportunidades laborales.

Curtiembre La Federal, calle Serrano, foto año 1920

A raíz de la fundación de la Fábrica Nacional de Calzado en 1888, la industria marroquinera tomó gran impulso en la zona. Las primeras industrias y empresas radicadas en la zona fueron: La Fábrica Nacional de Calzado, la Curtiembre Establecimiento Villa Crespo, Curtiembre La Federal S.A., los Talleres Metalúrgicos Máspero Hnos., la fábrica Dell’Acqua.

Las primeras casas y conventillos que se construyeron en los alrededores de las fábricas se debieron a la necesidad de brindar viviendas a los obreros. En un inicio para ellos solos y luego también para sus familias que llegaban provenientes de sus países de origen. Estos pobladores llegados de sus tierras en vistas de una mejor vida, se apiñaron en edificios extensos de muchas habitaciones llamados “conventillos”, en los cuales dormían hasta 4 o 5 personas por habitación, en su mayoría hombres.

Vecinos de Villa Crespo sobre puente en arroyo Maldonado

La diversidad de culturas, idiomas, filosofías y modos de vida de estas personas, sirvió de inspiración para la consolidación de nuevas costumbres y vida cotidiana de este barrio en formación. Fue esta misma mezcla cosmopolita la que inspiró en su momento al dramaturgo Alberto Vacarezza, en su sainete El conventillo de la Paloma¹, el cual retrata y exagera artísticamente la vida diaria de uno de aquellos conventillos, cuyo edificio hoy sigue en pie en la calle Serrano 152.

Conventillo de la Paloma – Serrano 152. Foto: año 2021.

El aumento de la población originó un constante crecimiento comercial. Villa Crespo llegó a tener incluso su propio mercado. Los vecinos auto-organizados desarrollaron un alto grado de actividad social y cultural. Las expresiones artísticas y la bohemia de sus cafés y centros de espectáculos generaron una movida cultural similar al del centro de la Ciudad de Buenos Aires, con presentaciones de artistas del tango como Osvaldo Pugliese y la joven bandoneonista Paquita Bernardo², primera bandoneonista profesional del país y directora de su propia orquesta de tango.

Tiempo después complementaron la actividad artística y cultural del barrio, los clubes deportivos que se radicaron en la zona. Club Atlético Chacarita cuya cancha de fútbol se ubicó en el terreno de la calle Humboldt 345 desde 1922 hasta 1931, para finalmente instalarse en el año 1945 en terrenos de la localidad de Villa Maipú, Partido de San Martín. El Club Atlético Atlanta que se radicó en el barrio en la calle Humboldt 470 entre 1922 y 1944, y en Humboldt 374 desde 1944 hasta la fecha. Y el Club Social y Deportivo Villa Malcolm, con presencia en el barrio desde el año 1928, hoy en Av. Córdoba 5064.