Recorrido histórico: activismo y arte urbano

En la historia argentina hay una larga trayectoria desde los comienzos del muralismo hasta la actualidad. A pesar de todos los aspectos que se puedan destacar, este artículo va a estar centrado en la faceta más combativa del movimiento.


 

Por Anna Mansilla

                   El muralismo en Argentina pasó por varios períodos antes de siquiera pensar que las paredes podrían servir para transmitir algún tipo de mensaje. Por ejemplo, el primer mural se remonta hasta 1735, realizado en la Iglesia del Pilar; lamentablemente, en la actualidad se encuentra en malas condiciones, es probable que por este motivo no se encuentren imágenes ilustrativas. Para ese entonces, estas obras artísticas carecían de voz, estaban sujetas a distintos influjos: religión, decoración, o simplemente, eran censuradas para evitar cualquier manifestación política. La transformación llegó con David Alfaro Siqueiros.

Alfaro Siqueiros

Imagen Wikipedia – David Alfaro Siqueiros 

                   El paso de Siqueiros por Argentina deja una huella significativa: el «mural envolvente», titulado Ejercicio Plástico, una de las obras más cruciales de América Latina, ejecutadas en conjunto con Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino, Enrique Lazaro y Lino Enea Spilimbergo, cuya modelo fue la propia Blanca Luz Brum, pareja de Siqueiros en aquel entonces. Se podría decir que este mural no cumple con las características de un arte ideológico. A pesar de esto, la obra es una representación pura de los alcances de la elaboración de un concepto y la búsqueda de las técnicas o tecnologías necesarias para llevarlo a cabo. Esta creación terminaría de definir lo que es el punto de giro del muralismo.

Créditos Imagen: Al Momento

Créditos Imagen: Clarín

“Motivo abstracto de plástica pura”, Definición de Siqueiros sobre su obra Ejercicio Plástico (1933).


Resplandor revolucionario: las huellas de Siqueiros

                   Desde la mitad de la década de los 30´ hasta 1945, distintos colectivos fueron creados, motivo que llevaría a suponer que fue un período de expansión, donde la cantidad de murales aumentaron de forma significativa. El surgimiento de dichos grupos fue vital para lo que vendría a continuación.

                   A partir de 1945, comenzarían a gestarse las pautas para la revolución del 55´, cuyo objetivo era el de fomentar la lucha obrera. Artistas comprometidos con la realidad social se levantarían contra las injusticias en busca de la concientización, de mostrar la realidad obrera y de las clases marginadas. La influencia mexicana volvía al arte urbano para llevarlo a las calles y sitios públicos.

                     El colectivo que destaca por excelencia es el Grupo Espartaco (1959 – 1968) con Ricardo Carpani como integrante principal, quien rescata los preceptos de Siqueiros como muy bien se presenta en “Por Un Arte Revolucionario”, manifiesto editado en 1959.


Imagen: Atrapados en libertad – Ricardo Carpani


«(…) al dar la espalda a las necesidades y luchas del hombre latino americano, vacía de contenido su obra, castrándola de toda significación, pues ya no tiene nada trascendente que decir. Se limita entonces a un mero juego con los elementos plásticos, virtuosismo inexpresivo, en algunos casos de excelente técnica, pero de ninguna manera arte, ya que éste sólo es posible cuando se produce una total unificación del artista con la realidad de su medio.» Fragmento del Manifiesto del Grupo Espartaco (1961)

«El arte, no puede ni debe estar desligado de la acción política y de la fusión militante y educadora de las obras en realización. El arte revolucionario latinoamericano debe surgir, en síntesis, como expresión monumental y pública. El pueblo que lo nutre deberá verlo en su vida cotidiana.» Fragmento del Manifiesto del Grupo Espartaco (1961)

Obra de Ricardo Carpani

Grupo Espartaco

Grupo Espartaco


Movimiento nacional, una comunidad muralista

                     El punto crucial del muralismo como unidad artística se consolida finalmente en 1971 con el Movimiento Nacional de Muralistas, grupo dedicado a difundir el muralismo, que a lo largo de los años ha continuado activo, en constante evolución y ampliación. A continuación, la presentación escrita por Cristian Del Vitto, miembro del colectivo.

“El Movimiento Nacional de Muralistas de Argentina es el primer movimiento de muralismo y arte público creado en el país. Se funda en el año 1971 y tiene por objetivos fomentar el muralismo, el arte público, organizar encuentros nacionales e internacionales de muralistas, dictar talleres, charlas y extender la disciplina mural a todos los ámbitos sociales, sumando también a jóvenes y artistas creadores de arte público a dichas actividades. El M.N.M.A no es de una rama determinada de la política, somos artistas de libre pensamiento democrático que poseen en común la idea de hacer un arte para todos, en defensa de la identidad latinoamericana, en un lenguaje no elitista utilizando el mural como herramienta de expresión artística, histórica, pedagógica, política, social y humanista. (…). El objetivo es informar, crear el espacio para el debate y acoger a todos los artistas interesados en sumarse a este Movimiento que no ha dejado de crecer con el paso de los años, siendo además el que en su historia dio pié a la creación de nuevos grupos y movimientos de arte mural de la Argentina.”, Cristian Del Vitto (2012), Movimiento Internacional de Muralistas Italo Grassi.

                      En el sitio oficial del Movimiento Internacional de Muralistas Italo Grassi hay registro de todos los encuentros llevados a cabo por distintos países alrededor del mundo. Entre los proyectos más llamativos se encuentra: «El mural más grande del mundo» (Misiones, 2019). Esta idea fue liderada por la profesora Valeria Garibotti que, con la ayuda de coordinadores, reunió a una cantidad considerable de artistas con distintos estilos y técnicas.


Censura y represión: la edad oscura en Argentina

                     Durante la dictadura cívico-militar (1976 – 1983) políticos, intelectuales, escritores, artistas, entre otros, fueron sistemáticamente perseguidos, secuestrados y, eventualmente, desaparecidos. No es de extrañar que, en el transcurso de esta época oscura, llena de represión y censura, no sea posible encontrar producciones de murales. El ambiente muralista se encontraba subordinado políticamente. Aun así, desde 1981 la caída de la dictadura resultaba evidente e inevitable, por lo que las manifestaciones artísticas no se hicieron esperar, a pesar de que luego serían censuradas.

                        La recuperación de la democracia en 1983 facilitó nuevamente una explosión de arte urbano, dando la posibilidad de resurgir al muralismo argentino, con nuevos estilos y perspectivas. Uno de ellos: el graffiti. En este marco de reconstrucción democrática de los años ochenta, se produce  una transición artística del arte mural para volver a conectar con la sociedad desde la cultura, dando origen a distintos proyectos como “Murales para la ciudad” o “Arte en las calles” con una única misión: llenar las calles de arte.


«Que se vayan todos», la odisea Argentina en 2001

                     “Que se vayan todos” con este lema Argentina se adentra en el 2001, sumida en depresión, pobreza y hambre, resultado de políticas gubernamentales que precarizaron el salario, llevándolo al punto en el que se hace presente el famoso trueque, el aumento del desempleo, manifestaciones barriales que piden el retiro inmediato de los políticos que ocupan las posiciones de poder. En medio de este caos, poca visión del futuro con un presente poco prometedor, ¿cuál es la función del muralismo? ¿qué rol ocupó?

                    El stencil, una herramienta vigente durante casi 100 años para la militancia y expresión, se vuelve popular en el 2001 en Argentina. Tal vez dejando un poco de lado la potencia ideológica del momento, colectivos como Doma y Fase crean proyectos destinados a aumentar el optimismo de una sociedad fragmentada. La utilización de colores vivos y figuras caricaturescas llenan los barrios porteños. No hay que olvidar el motivo detrás de la creación y ver la intencionalidad que justamente es el punto fuerte de estas obras.

                    Después de este repaso, es indudable que la historia del país está plenamente conectada al movimiento y durante décadas marcó el camino hasta la actualidad. Con este paso del tiempo, se abrieron las fronteras para la independiente elección del por qué y para qué hacer arte. El objetivo de una obra puede ser decorativo, hasta comercial, o relacionarse con una problemática social. No obstante, a pesar de que es probable que en Argentina los propósitos y alcances del arte mural no estén del todo claros, esto no necesariamente es algo negativo. Al contrario, fomenta encuentros programados por distintos colectivos destinados a distintas funciones: comunicación o debates, tales como: qué relación hay entre el muralismo y la arquitectura, cuál es el oficio que cumple en contacto con el entorno político-social, etc.


La caída del muro blanco, Argentina en la actualidad

                   «I am free. I am going to paint something», esta poderosa frase encabeza el largometraje de White Walls Say Nothing (Paredes Blancas No Dicen Nada), documental creado por Gates Bradley y Jonny Robson, ambos exponentes experimentados en la creación audiovisual. Buenos Aires se convirtió en su fuente de inspiración en cuanto vieron la influencia del arte urbano en la sociedad local.

                   El documental se centra en el muralismo como soporte principal de ideas, opiniones, e incluso de ideología. Plantea el arte como el lenguaje canon para la expresión y el mural como el canal óptimo para efectuarla. Este documental es interesante por el valor actual que tiene al presentar el avance del libre pensamiento en el territorio argentino desde la dictadura. Sin embargo, para entender el presente hay que mirar hacia el pasado.


«A grandes rasgos podría decirse que el artista muralista defiende la obra como práctica colectiva, como herramienta política, como transmisora de consignas e ideologías claras y directas, una obra pública que por estar en un lugar de privilegio de circulación de los mensajes adquiere masividad y un potencial “concientizador” e identificador con el público que lo percibe.» Arte y Espacio Público. Muralismo, intervenciones y monumentos (2014)

https://memoriasdeunkitsune.wordpress.com/


Fuentes consultadas:

▸ Basílica del Pilar • http://www.basilicadelpilar.org.ar/

▸ El mural más grande del mundo • https://elmuralmasgrandedelmundo.blogspot.com/

▸ Facultad de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata • http://www.fba.unlp.edu.ar/muralismo/manifiesto_grupo_espartaco.html

▸ Flickr • https://www.flickr.com/

▸ Graffitimundo • https://graffitimundo.com/es/

▸ Historia del muralismo argentino • http://historiamuralarg.blogspot.com/

▸ Lilian Viajera • https://lilianviajera.com/

▸ Movimiento Internacional de Muralistas Italo Grassi • http://movimientoitalograssi.blogspot.com/


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Un comentario en “Recorrido histórico: activismo y arte urbano

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